El Sistema Unificado de Clasificación del Suelo (SUCS) está regido por la norma ASTM D-2487, y es el de uso más extendido en la práctica geotécnica. Fue inicialmente propuesto por Arthur Casagrande en 1932, tentativamente adoptado por el Departamento de Ingeniería de los EEUU en 1942, y definitivamente presentado a la American Sociaty of Civil Engineers en 1948. El U.S. Army Corps of Engineers comenzó a emplearlo en 1953, en tanto que el U.S. Bureau of Reclamations lo hizo en 1974. Está basado en el análisis granulométrico y en los límites de Atterberg (límites líquido y plástico) de los suelos.
El sistema divide entre suelos gruesos y suelos finos, considerando el porcentaje pasante por el tamiz #200 (0,075 mm). Si menos del 50% en peso del suelo pasa por dicho tamiz, entonces el suelo es grueso, y se sub-clasifica en arena o grava por medio del tamiz #4. Caso contrario, el suelo es fino, y se sub-clasifica en limo o arcilla según los valores de los límites líquido y plástico. La Figura 4 muestra un esquema simplificado del SUCS.
La importancia del tamiz #200 se hace evidente cuando se analizan las fuerzas que actúan entre las partículas, incluyendo las de peso propio, las fuerzas debidas a esfuerzos efectivos, fuerzas eléctricas, y fuerzas capilares. En la parte superior de la mencionada Figura 4 se observa la correlación existente entre el tamaño equivalente de las partículas y la naturaleza de las fuerzas gobernantes: los tamices #200 y #4 logran capturar estos límites. Desde el punto de vista del diseño geotécnico, la velocidad de disipación del exceso de presión de poros discrimina entre análisis en condiciones “drenadas” y en condiciones “no drenadas”. Típicamente, las condiciones de carga “drenadas” están asociadas a suelos de grano grueso, en tanto que las “no drenadas” a suelos de grano fino.