Ahora bien, considerando la dinámica de un acuífero en desarrollo, ¿cuándo puede considerarse que un acuífero es sostenible?
El primer factor a considerar respecto a la sostenibilidad de los acuíferos, es que la cantidad de agua subterránea disponible para su uso, depende de cómo los cambios en los flujos de recarga y descarga afecten al medio ambiente circundante.
El segundo factor a considerar es el desarrollo de estrategias de gestión sostenible, que tomen en cuenta dos componentes de gran importancia:
- La diferenciación entre la cantidad de agua bombeada (es decir, extraída del acuífero) y la cantidad de agua efectivamente consumida (es decir, que no regresa al acuífero) a la hora de estimar la disponibilidad de agua.
- Los efectos del cambio climático en el medio ambiente circundante.
Tomando en cuenta este último componente, cabe preguntarse de qué manera puede el cambio climático afectar la sostenibilidad de los acuíferos. La respuesta no es sencilla, por supuesto, pero pueden mencionarse algunos efectos del cambio climático sobre los acuíferos, que pueden alterar su equilibrio de manera significativa:
- Cambios en la recarga de las aguas subterráneas como consecuencia de los cambios en la media de las precipitaciones y la temperatura, o en la distribución estacional de las precipitaciones.
- Sequías más severas y duraderas.
- Cambios en la evapotranspiración como consecuencia de los cambios en la vegetación.
- Posible aumento de la demanda de aguas subterráneas como fuente de suministro de agua de reserva.
Además, cabe destacar que los acuíferos superficiales, que suministran gran parte del caudal a los arroyos, lagos, humedales y manantiales, son probablemente la parte del sistema de aguas subterráneas más sensible al cambio climático.