Como se mencionó anteriormente, en Mecánica de Suelos se emplea el hidrómetro ASTM 152 H, el cual es calibrado a 60 lecturas, a una temperatura de 20˚C, para un suelo con Gs = 2,65. Pero, ¿qué significa la lectura que se toma en un hidrómetro durante el ensayo?
Tal como se indicó en el apartado anterior, un hidrómetro permite medir la concentración de cierta solución. Así, una lectura de, por ejemplo, “30” en el hidrómetro (R = 30), significa que en un tiempo “t” hay 30 gr de suelo sólido con Gs = 2,65 en suspensión por cada 1.000 mL de una suspensión suelo-agua, a una temperatura de 20˚C, y a una profundidad “L” a la cual se efectuó la medición.
Dado que la mayoría de los suelos presentan gravedades específicas diferentes a 2,65; y a que la temperatura del ensayo usualmente es superior a 20◦ C en la mayoría de los laboratorios, es necesario efectuar correcciones sobre las lecturas realizadas.
La corrección asociada a la gravedad específica se realiza durante la estimación del diámetro “D”, según se muestra en la Figura 2, puesto que el factor “K” depende de la gravedad específica (Gs); mientras que la corrección por temperatura tiene como objeto considerar los efectos de contracción y dilatación de los instrumentos de medición y ensayo (que son de vidrio).
Otras dos correcciones que se realizan durante el ensayo son: la corrección por defloculante (debido a que, al introducirse en la solución altera la densidad de la misma), y por menisco, la cual tiene que ver con la dificultad de leer la escala del hidrómetro correctamente, dada la turbidez de la solución suelo-agua. La Figura 3 ilustra las correcciones antes mencionadas, incluyendo las expresiones y valores típicos de cada una.