El análisis granulométrico consiste en separar y clasificar por tamaños las partículas que componen una muestra de suelo. Esta clasificación se lleva a cabo determinando la cantidad de granos de distintos tamaños, expresada como porcentaje del peso total de la muestra.
Una particularidad que tienen los suelos es que, en general, los tamaños de las partículas que los componen varían en un amplio rango, que va desde partículas de gran tamaño (mayores a 4,75 mm y hasta 75 mm) como las gravas, hasta partículas que no pueden ser observadas a simple vista, como los limos (que tienen tamaños inferiores a 0,074 mm) y las arcillas (tamaños inferiores a 0,002 mm).
Adicionalmente, un hecho muy importante en la práctica es que esta distribución tan grande de tamaños puede observarse en una sola muestra de suelo. Para ilustrar esto, en la Figura 1 vemos una representación a escala de diferentes partículas de suelo, que resulta muy útil para observar a simple vista las diferencias entre los tamaños de las mismas.