De la figura anterior, es evidente que el suelo aumenta su rigidez a medida que disminuye el contenido de humedad, lo cual es particularmente visible para muestras con humedades inferiores al límite de contracción.
Para el caso del rango de comportamiento plástico del suelo (entre el LP y el LL), el mismo puede presentar una respuesta variable, dependiendo de si el contenido de humedad natural se encuentra más cercano al LP (mayor rigidez) o al LL (menor rigidez, alta compresibilidad).
En el caso de contenidos de humedad superiores al LL, el suelo es prácticamente un líquido viscoso, y por ende carece de rigidez a los efectos prácticos.
Teniendo esto en mente, es posible estimar (y, mejor aún, comprender) el comportamiento esperado de una muestra de suelo que se esté analizando, conociendo simplemente su contenido de humedad natural in situ y sus límites de consistencia. Algo invaluable para “agarrarle el gustico” al suelo en cuanto a su comportamiento ingenieril en cualquier proyecto.
Con esto cerramos este post. Ya tenemos un “abreboca” sobre los límites de Atterberg. En próximas publicaciones, estaremos revisando con más detalle cada uno de estos límites, la manera de determinarlos, y su empleo en la Ingeniería Geotécnica práctica.