Acuíferos sostenibles

Hoy en día, muchas de las preocupaciones sobre los recursos hídricos subterráneos tienen que ver con su sostenibilidad futura. La sostenibilidad de los recursos hídricos subterráneos depende de muchos factores, la mayoría de ellos influidos por el cambio climático ¿Quieres saber más sobre acuíferos sostenibles? Continúa leyendo este post…

Contenido

Dinámica de los acuíferos

Bajo condiciones previas a la explotación, un acuífero se encuentra en una situación de equilibrio. Pero, ¿qué significa eso? Básicamente, que en un tiempo promedio dado, la cantidad de agua que recarga al acuífero es aproximadamente igual a la cantidad de agua que se descarga del mismo. Por lo tanto, el agua almacenada en el acuífero es constante, o varía alrededor de cierta condición promedio, en respuesta a las condiciones climáticas anuales o de más largo plazo. El diagrama mostrado en la Figura 1 ilustra la condición de equilibrio descrita.

Figura 1 Acuífero en equilibro (Fuente: modificado de USGS, 1999).

Las posibles fuentes de recarga y descarga para los acuíferos, bajo condiciones de equilibrio, se muestran en la Tabla 1.

Tabla 1 Posibles fuentes de recarga y descarga de acuíferos en condiciones de equilibrio (Fuente: USGS, 1999).

Recargas

Descargas

Recarga de la precipitación que se filtra a través de la zona no saturada a la capa freática.

Descarga en arroyos, lagos, humedales, masas de agua salada (bahías, estuarios u océanos), y manantiales.

Recarga de arroyos perdidos, lagos y humedales.

Evapotranspiración de aguas subterráneas.

 

Sin embargo, los seres humanos cambian el sistema de flujo de cierto sector, debido al bombeo de agua desde el acuífero, y a la modificación de los patrones de recarga debido a la irrigación y a la construcción de desarrollos urbanos, así como a cambios en el tipo de vegetación. Esto es lo que se denomina “el efecto antrópico” sobre un acuífero.

Efecto del bombeo

Centrando nuestra atención en los efectos de la extracción de agua subterránea, es posible concluir que la fuente de agua para el bombeo debe ser aportada al acuífero por:

 

  • Mayor cantidad de agua que entra en el acuífero (es decir, una incremento en la recarga).
  • Menor cantidad de agua que sale del acuífero (es decir, una disminución de la descarga).
  • Extracción del agua almacenada en el acuífero.
  • Alguna combinación de las tres anteriores.

 

Esquemáticamente, el efecto de bombeo puede representarse como se ilustra en la Figura 2, la cual representa un acuífero en desarrollo.

 

Figura 2 Acuífero en desarrollo (Fuente: modificado de USGS, 1999).

Es evidente que son los cambios en el sistema los que permiten la extracción de agua. Es decir, que el agua bombeada debe proceder de algún cambio de caudales y de la extracción de agua almacenada en el sistema previo al desarrollo, cuando el acuífero se encontraba en un estado de equilibrio.

 

Es importante resaltar que las contribuciones relativas de los cambios en el almacenamiento, los cambios en la recarga y los cambios en la descarga, evolucionan con el tiempo. Igualmente cierto es que, si el sistema puede alcanzar un nuevo equilibrio, los cambios en el almacenamiento se detendrán y las entradas al acuífero se equilibrarán nuevamente con las descargas.

 

De acuerdo a lo anterior, la fuente de agua a largo plazo para pozos, está asociada a cambios en la cantidad de agua que entra o sale del acuífero.

Cambio climático y sostenibilidad de acuíferos

Ahora bien, considerando la dinámica de un acuífero en desarrollo, ¿cuándo puede considerarse que un acuífero es sostenible?

 

El primer factor a considerar respecto a la sostenibilidad de los acuíferos, es que la cantidad de agua subterránea disponible para su uso, depende de cómo los cambios en los flujos de recarga y descarga afecten al medio ambiente circundante.

El segundo factor a considerar es el desarrollo de estrategias de gestión sostenible, que tomen en cuenta dos componentes de gran importancia:

 

  • La diferenciación entre la cantidad de agua bombeada (es decir, extraída del acuífero) y la cantidad de agua efectivamente consumida (es decir, que no regresa al acuífero) a la hora de estimar la disponibilidad de agua.
  • Los efectos del cambio climático en el medio ambiente circundante.

 

Tomando en cuenta este último componente, cabe preguntarse de qué manera puede el cambio climático afectar la sostenibilidad de los acuíferos. La respuesta no es sencilla, por supuesto, pero pueden mencionarse algunos efectos del cambio climático sobre los acuíferos, que pueden alterar su equilibrio de manera significativa:

 

  1. Cambios en la recarga de las aguas subterráneas como consecuencia de los cambios en la media de las precipitaciones y la temperatura, o en la distribución estacional de las precipitaciones.
  2. Sequías más severas y duraderas.
  3. Cambios en la evapotranspiración como consecuencia de los cambios en la vegetación.
  4. Posible aumento de la demanda de aguas subterráneas como fuente de suministro de agua de reserva.

 

Además, cabe destacar que los acuíferos superficiales, que suministran gran parte del caudal a los arroyos, lagos, humedales y manantiales, son probablemente la parte del sistema de aguas subterráneas más sensible al cambio climático.

De acuerdo a lo anterior, la consideración del clima puede ser un factor clave, aunque infravalorado, para garantizar la sostenibilidad y la gestión adecuada de los recursos hídricos subterráneos.

 

Por lo tanto, es imperativo trabajar para alcanzar el desarrollo sostenible, no sólo de los acuíferos, sino de todos los aspectos que forman parte de nuestra civilización.

 

Referencias

  • Alley, W.; Reilly, T.; Franke, O. (1999) “Sustainability of Groundwater Resources”. U.S. Geological Survey Circular 1186. Denver, Colorado. USA.
  • Smith, M., Cross, K., Paden, M. y lavan, P. (2020) “Acuíferos: Gestión Sostenible de las Aguas Subterráneas”. UICN ORMACC. San José, Costa Rica.

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