Una enorme grieta en el suelo de 15 metros de profundidad, 20 de ancho y varios kilómetros de largo se formó repentinamente hace dos semanas en la región de Narok, en Kenia, en lo que parece la última y espectacular muestra de un movimiento inexorable de la corteza terrestre que, según los geólogos, acabará dividiendo en dos el continente africano dentro de… millones de años.

La zona se encuentra asentada en el llamado Gran Valle del Rift, una importante falla geológica y uno de los terrenos más inestables de África, aunque algunos especialistas matizan el fenómeno e insisten en que el surgimiento de la hendidura no habría sido posible sin las intensas lluvias que han afectado a la región en los últimos meses. De hecho, insisten, no se ha detectado una actividad sísmica importante.

La grieta ocasionó el colapso de una carretera cercana a Mai Mahiu, una localidad de Narok, que lleva a la reserva natural Masái Mara. . La prensa local informó de que las zonas más transitadas habían sido rellenadas con piedras y hormigón para facilitar el paso.

Susto entre los vecinos

“Mi esposa gritó a los vecinos que vinieran y nos ayudaran a quitar nuestras pertenencias”, señaló un vecino, Eliud Njoroge, en declaraciones a la agencia Reuters. Njoroge recordaba el momento en que notaron por primera vez la grieta en su casa en Mai Mahiu el 18 de marzo.

Fue todo muy rápido, prosigue Reuters. Él y su esposa estaban dentro de su casa cuando apareció una grieta en el suelo y comenzó a extenderse. Mientras corrían, ya sabían que era algo más que un error de construcción. Otras grietas habían comenzado a aparecer en la carretera principal de su ciudad.

En los días posteriores, la casa se volvió tan inestable que tuvo que ser demolida. La pareja todavía está buscando un lugar donde vivir. Aunque la carretera estuvo remozada en un día, la fisura forzó a otras familias a huir y los geólogos han advertido de que ésta podría extenderse aún más con nuevas lluvias que se esperan para los próximos dos meses.

Alerta para todos

“La gente debe estar precavida, especialmente cuando llueve. Revisar si hay grietas, tierra que se hunde o temblores”, afirma el geólogo David Adede, que señala que las grietas corren casi en línea recta, por lo que avisa de que si alguien se topa con una en el camino, hay que alejarse.

 Los geólogos advierten a las autoridades de que es necesario tener en cuenta las líneas de falla a la hora de planificar nuevas carreteras, líneas ferroviarias y otras infraestructuras. “Construyeron la carretera sin saber que había una falla. Por eso los contratistas están en espera, porque no saben a dónde va la grieta”, concluye Adede.

Dividir África

El Gran Valle del Rift es una fractura geológica de unos 4.500 kilómetros que atraviesa África oriental de norte a sur, desde el triángulo de Afar, junto al mar Rojo, hasta hasta Mozambique, explica Eulàlia Masana, profesora de la facultad de Geología y Ciencias de la Tierra de la Universitat de Barcelona (UB).

Empezó a formarse hace 20 millones de años debido al empuje en sentido opuesto de dos placas tectónicas -la somalí, que avanza hacia el este, y la nubia o africana, que lo hace hacia el noroeste-. “El proceso de separación entre las placas se produce a muy baja velocidad (milímetros al año de media)”, añade. Es decir, el valle se convertirá en un océano y el continente africano acabará dividido en dos, pero dentro de 50 millones de años. 

Un ejemplo inequívoco de este proceso son los lagos Victoria, Tanganica y Malaui, entre otros, que serpentean a lo largo del recorrido. La separación avanza a sacudidas que se manifiestan en forma de temblores. “También está muy asociada al volcanismo”, añade Masana. “El rift no es una única fractura, sino un sistema de fracturas complejo”, precisa la profesora de la UB. “No todas están activas en la actualidad, pero lo estuvieron en algún momento”. 

Estructuras similares, con valles formados de resultas del movimiento de placas, se pueden apreciar en el lago Baikal, en Siberia. También la Antártida tiene su ‘rift’. Y otra falla, siguiendo el río Grande, separa México de Estados Unidos.

La cuna de la humanidad

El Gran Valle del Rift, una estructura geológica descubierta en el siglo XIX por el geólogo  y explorador británico John Walter Gregory, tiene una influencia capital en el clima africano: al este se sitúan las sabanas con lluvias estacionales, mientras que al oeste dominan las selvas ecuatoriales. Y este motivo es, según los especialistas, uno de los principales factores que contribuyeron al surgimiento de la especie humana. En el Valle del Rift se encuentran algunos de los más famosos yacimientos paleontológicos del mundo, como Laetoli, Turkana, Afar, Koobi-Fora y Olduvai.

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